El 25 de agosto de 2010 está marcado en el calendario como el día que un prospecto nacional recibió de una organización de Grandes Ligas el bono más alto en la historia de México: con 16 años de edad, el lanzador sinaloense Luis «Caballito» Heredia fue comprado en 3 millones de dólares por los Piratas de Pittsburgh a los Rojos del Águila de Veracruz.
Es hasta el momento el bono más alto que Pittsburgh ha pagado por un prospecto internacional, cantidad que en su momento fue justificada por la gran velocidad que desarrollaban los lanzamientos de Heredia (arriba de 90 millas por hora), y el imponente físico del juvenil prospecto (2.01 metros de altura).
«La firma fue por mucho dinero, pero ojalá me hubiera tocado todo a mí», comenta Heredia sonriendo, mientras atiende la entrevista exclusiva con BeisbolPuro. «Pero el dinero nunca me afectó, yo siempre he estado enfocado en dar lo mejor de mí».
De los 3 millones de dólares del bono, los Rojos del Águila de Veracruz le entregaron el 25 por ciento a Heredia (750 mil dólares), y el resto fue a parar a las arcas del equipo, tal y como se acostumbraba hasta el pasado 5 de marzo, cuando la oficina del Comisionado de Grandes Ligas y la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) signaron un acuerdo en el que el pelotero tendrá que recibir el 100 por ciento del bono, y la organización mexicana que lo venda obtendrá un 35% extra.
«Nunca me fijé cuánto habían dado, yo estaba emocionado porque nunca me imaginé firmar para Grandes Ligas. Ojalá hubiera sido así como ahora, que les dan el 100 por ciento a los jugadores», confiesa Heredia.
Pasado el tiempo, y como parte de todas las revelaciones que surgieron y que originaron que Grandes Ligas parara por siete meses la compra de peloteros de organizaciones de LMB, salió a la luz información que provocó el despido de René Gayo (jefe de scouts de Pittsburgh en América Latina), pues se aseguró que hubo un acuerdo fraudulento en la compra de Heredia a los Rojos del Águila de Veracruz.
Lo cierto es que la apuesta al final no salió como la buscaban los Piratas, pues después de siete años en ligas menores Heredia no pudo superar siquiera el nivel doble A, mientras peloteros mexicanos de su camada como Roberto Osuna y Víctor Arano ya viven en Grandes Ligas.
«Los dos últimos años creo que tuve mis mejores años con ellos, pero no sé qué pasó. Mi penúltima temporada fui al Juego de Estrellas, pensé que me iban a subir y nunca me subieron. Sacaba outs y no sé si ellos traían algo contra mí, porque subían a otros y a mí nunca me tomaron en cuenta», revela el ahora pelotero de 24 años de edad.
¿Eso te llegó a frustrar, te sentiste fuera de concentración?
«Sí. ¿Es que no sé qué más querían de mí?, me estaba matando por ayudar a mi equipo, y me frustró que no me tomaran en cuenta, perdí la fe y comencé a querer hacer de más».
En siete temporadas en las granjas de los Piratas de Pittsburgh, «El Caballito», apodo que le viene al ser hijo del ex lanzador Héctor “Caballo” Heredia, registró marca de 26-26 con 3.88 de carreras limpias admitidas, siendo el descontrol su talón de Aquiles.
Durante su estancia en las granjas de los Piratas, Heredia vivió varias lesiones, pero sobre todo tuvo que reponerse a un par de cambios de mecánica en su forma de lanzar por orden de los coaches, que al final no le funcionaron y terminaron por afectar su proceso.
El año pasado, Heredia firmó un contrato de ligas menores con los Rojos de Cincinnati, pero una lesión en la pretemporada le impidió seguir compitiendo y el equipo lo dejó en libertad.
«Mi espalda no me dejaba pitchar y los Rojos me dejaron libre. Me recuperé rápido con terapia y me preparé para estar listo para el invierno con los Venados de Mazatlán, pero no me dieron el chance, se me hizo muy raro, no sé porque, pero no hubo trabajo para mí», señala.
Todo el 2018 fue perdido para Heredia, quien dice “un año sin poder jugar me dio para abajo, pero ahora estoy reencontrando mi confianza”.
EL PRESENTE DE HEREDIA
Ahora, «El Caballito» buscará encontrar nuevos bríos en la Liga Mexicana de Beisbol, por lo que ya se encuentra con los Tecolotes de los Dos Laredos (franquicia que hasta el 2016 eran los Rojos del Águila de Veracruz) y espera tomar un segundo en una carrera que apenas comienza, pues a sus 24 años de edad hay un mundo aún por jugar.
«Yo nunca he perdido la fe, nunca me he rendido, sí perdí confianza, pero mi familia me ha ayudado a salir adelante. Ahora me siento con confianza y físicamente estoy muy bien, gracias a Dios espero ayudar a los Tecolotes y buscar una nueva oportunidad en Estados Unidos», explica.
Con un repertorio que incluye recta de dos y cuatro costuras, además de sinker, cambio y curva, Heredia dice que se siente mejor que nunca tanto físicamente como mentalmente, y sobre todo destaca el control de sus lanzamientos.
«Todos mi pitcheos están de strike, el control está mejor que nunca en mi carrera. Nunca he estado tan controlado en mi vida, estoy tirando demasiados strikes», argumenta.
UN POSIBLE REGRESO A ESTADOS UNIDOS
Heredia sabe que buenas actuaciones con los Tecolotes le pueden abrir la puerta para volver a llamar la atención de scouts y ser firmado por una organización de Grandes Ligas, y no le importaría el equipo, sólo desea que llegue la oportunidad.
«No pierdo la fe de regresar a Estados Unidos, y no la voy a perder, con el equipo que sea yo iría. El que me dé la oportunidad yo la agarro. Estoy trabajando muy fuerte para para buscar regresar a Estados Unidos», finaliza.
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