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Armando Araiza es uno de los receptores con más futuro en la pelota mexicana. Es dueño de una sólida defensa, un brazo respetable, inteligencia para llamar juegos detrás de home y nueve años de experiencia en sucursales de Grandes Ligas.
Pero el pasado 2 de febrero sufrió un grave accidente automovilístico que tiene en pausa su carrera, tras sufrir una lesión que prácticamente le destrozó la mano izquierda.
«Estuve consciente todo el tiempo, y al verme la mano gravemente cortada y sangrada pensé que la había perdido. De inmediato se me vino a la mente que ahí terminaba mi carrera como pelotero», relata Araiza en entrevista telefónica para Beisbolpuro.
Mucho se habla de tu accidente, ¿podrías explicarme qué pasó?
«Fue en Guadalajara. Yo iba a entrenar y lamentablemente tuve un accidente. Fue algo que se salió de mis manos y me pasó, pero gracias a Dios estamos ya listos para lo que sigue».
¿Qué tan grave fue tu lesión en la mano izquierda?
«Fue muy grave, la puerta del carro me cayó encima de la mano y me la destrozó. Tuve que someterme a una operación de 12 horas y gracias a Dios y al doctor pude salvar la mano, porque estuve en gran riesgo de perderla. El doctor me la reconstruyó por completo».
Se habla de ligamentos y huesos rotos…
«Sí, huesos rotos por la mitad, por eso me tuvieron que poner dos placas y muchos puntos. De verdad es un milagro que pude conservar la mano, pues el doctor que me tocó ha hecho un gran trabajo, y ahora gracias a Dios estamos mejorando bastante».
Los aficionados preguntan por tu futuro ¿Podrás volver a jugar beisbol profesional?
«Lo primero que le pregunté al doctor fue qué si después de la operación iba a poder recibir impactos de más de 95 millas, y me dijo que sí».
¿Qué tan pronto o lejano ves el regreso?
«Gracias a Dios el doctor hace días me dio un pronóstico muy bueno. Me dijo que en tres meses iba a empezar a recibir pelotas con guante en la mano izquierda, pero no me voy a apresurar».
¿Entonces no alcanzarías a jugar en el verano con los Diablos Rojos del México?
«No, esta temporada yo creo que ya no la jugaría, para estar listo mejor para el futuro. Yo no quiero apresurar nada, quiero que cuando regrese al terreno sea 100 por ciento listo porque las recaídas luego son peores, entonces definitivamente no creo alcanzar a jugar este verano.
«Le agradezco mucho a los Diablos porque han estado al pendiente de mí y de mi rehabilitación».
¿La afición de los Yaquis de Ciudad Obregón podría verte en invierno?
«Yo me voy a tomar el tiempo que sea posible, me voy a poner la meta de volver al 100 por ciento, entonces estoy enfocado de volver al máximo y no rápido sólo por volver».
¿Por eso los Yaquis hicieron el movimiento para obtener a Sebastián Valle?
«La verdad no sé, ellos hacen sus cambios y sus movimientos y no tengo idea si lo hicieron pensando en eso o simplemente por mejorar».
¿Ahorita en qué consiste tu rehabilitación?
«Voy cada lunes al doctor para que revise mi evolución. Ahorita estoy llevando lo que le llaman rehabilitación pasiva, que son constantes movimientos de los dedos».
SU ESCUELA
Nacido en Magdalena de Kino, Sonora, Araiza fue firmado el 29 de mayo de 2010 como agente libre internacional por los Rays de Tampa, luego de que en México fuera detectado por los Tigres de Quintana Roo.
Su debut en el beisbol mexicano fue primero en invierno, en la campaña 2013-14 de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) con los Yaquis de Ciudad Obregón. Para 2016 se tomó una tacita de café con los Tigres de Quintana Roo para luego volver a Estados Unidos a las granjas de los Bravos de Atlanta.
Para 2019 se instaló de tiempo completo en la pelota veraniega con los Diablos Rojos del México, quienes lo consiguieron luego de que los Toros de Tijuana lo habían obtenido de la novena felina.
«Me considero un receptor defensivo, que trata de aportar con su bat para el bien del equipo. Gracias a Dios he tenido grandes maestros mexicanos como Íker Franco, Héctor Estrada, Francisco “Paquín” Estrada y el venezolano Ramón Hernández, pegarme a ellos me ha ayudado a aprender», reconoce Araiza.
FOTO: IMAGO7
