Por Ramón Gómez y Roberto Espinoza
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En el 2019 más de 50 peloteros de posición fueron utilizados como relevistas por sus equipos de Grandes Ligas para evitar desgastar los brazos de sus relevistas en juegos que ya se encontraban muy abiertos.
Existe una regla en las Mayores que indica que los jugadores de posición sólo pueden ser llamados a relevar si un juego se extiende a entradas extras, o si su equipo gana o pierde por más de seis carreras. Otra excepción es que un pelotero esté dado de alta como pitcher-jugador.
Bueno, pues en la historia de las Grandes Ligas tres peloteros mexicanos de posición han tenido que entrar a relevar: Héctor «La Malita» Torres, Mario «Manos de Seda» Mendoza y Luis Gómez.
«LA MALITA»
El primer pelotero mexicano de posición que subió al montículo en Grandes Ligas fue el infielder Héctor Torres un 17 de agosto de 1972 con los Expos de Montreal.
Torres fue llamado del bullpen a la loma con un out en la novena entrada con el marcador 13-4 a favor de los Astros de Houston. Recibió corredores en segunda y tercera y permitió cinco sencillos consecutivos antes de sacar los dos outs finales.
Su línea final fue de 2/3 de inning con dos carreras y cinco imparables.
«MANOS DE SEDA»
El 28 de junio de 1977, el short stop chihuahuense, Mario Mendoza, relevó para los Piratas de Pittsburgh que visitaban a los Cardenales de San Luis.
Era el segundo juego de una doble cartelera, y Mendoza entró al relevo en la séptima entrada con el marcador 10-3 favorable a Cardenales.
Retiró en cuatro hombres sin carrera esa séptima entrada. En la octava permitió par de hits, incluyendo cuadrangular de dos carreras de Ken Reitz.
Su línea final fue de 2 innings lanzados, tres carreras limpias, tres hits, uno de ellos jonrón, y dos bases por bolas.
LUIS GÓMEZ
El infelder tapatío Luis Gómez tuvo actividad monticular con los Bravos de Atlanta un 30 de mayo de 1981 cuando estaban de visita en casa de los Padres de San Diego.
Gómez relevó en la octava entrada con el juego ganando Padres 8-1. Abrió el inning otorgando pasaporte al ahora miembro del Salón de la Fama, Ozzie Smith, y enseguida le conectaron un par de dobletes productores.
Su línea final fue de una entrada, tres hits, tres carreras limpias y dos bases por bolas.