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POR ARMANDO ESQUIVEL / @SPaupa
Crecer justo en la frontera internacional de Tamaulipas y Texas le facilitó a Jorge Cantú hacer crecer su pasión por el beisbol y acercarse mucho más a sus ídolos de la infancia a través de las tarjetitas de beisbol, las cuales pudo coleccionar y que aún conserva.
Las estampas son una industria alterna y paralela al beisbol que vivió sus años de globalización al cerrar la década de los ochentas y al arrancar los noventas, precisamente cuando el “Bronco” era apenas un “Huerco” que se iba enamorando cada vez más del “Rey de los Deportes”.
“Yo coleccionaba “barajitas” de beisbol y NFL; recuerdo que tenía a Greg Maddux que todavía me tocó jugar en contra de él y olvídate fue un sueño hecho realidad; Barry Bonds, Lou Pinella, Hank Aaron, Lou Gerigh, Joe DiMagio, todavía tengo tarjetitas de ellos y no sé si serán valiosas, pero ahí están”, comentó en entrevista para el programa Beisbol Sin Fronteras.
Años después, Cantú armaría su propia colección al cosechar el resultado de tantos años de esfuerzo y llegar a Grandes Ligas, donde jugó con Devil Rays de Tampa Bay, Rojos de Cincinnati, Marlins de Florida, Rangers de Texas y Padres de San Diego.
“Tengo un cuadro enmarcado y son siete hileras de seis espacios cada una y está una tarjetita diferente en cada espacio, cubriendo toda mi carrera en Estados Unidos”, mencionó.
El cuadro se queda corto, ya que en sus años jugando al máximo nivel apareció en casi doscientas diferentes estampas.
“Mi favorita es la primera que me tomaron en Tampa Bay en Spring Training”, recordó.
En 2011 el “Bronco” dio por terminada su carrera en la “Gran Carpa” pero ha sabido extender y disfrutar el privilegio de salir al terreno de juego, sin perder el respeto por el deporte y los aficionados.
Su profesionalismo va más allá de ponerse un guante y hacerse cargo de la primera base o de tomar un bat, ya que se ha convertido en uno de los jugadores consentidos de la afición.
Cantú “se deja querer” y es muy común observarlo firmando autógrafos o posando para la foto.
“Es un honor para mí que me pidan un autógrafo en una tarjetita y eso hace que me siga dando más hambre de éxito”, aseguró.
El pelotero que ahora milita con Diablos Rojos del México en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) dijo que es precisamente en Ciudad de México donde le piden más autógrafos.
“Hay mucho coleccionista en Ciudad de México; recuerdo que en Estados Unidos cada vez que iba a Nueva York era una cantidad inmensa la que firmábamos mis compañeros y yo, ya que por allá es algo grandísimo todo esto de las tarjetas de beisbol”, concluyó.
SU COLECCIÓN
La primera tarjeta de Jorge Cantú de la que tengo registro es de 1999 y aparece en Ligas Menores con Renegades de Hudson Valley, con una foto que lo muestra de apenas 16 años.
Un año después ya aparece uniformado con la casaca de Devil Rays en par de estampas Bowman, una de ellas con su versión “Chrome” y para el 2002 Upper Deck lo incluyó en su set de Ligas Menores con el número 61.
Para el 2004 hay una estampa difícil de conseguir, ya que aparece con Bulls de Durham del set Choice Sports Cards.
Jorge Cantú debutó en Grandes Ligas en 2004 y su presentación fue con el pie derecho, situación que no pasó desapercibida por las compañías de tarjetas que le dedicaron varios ejemplares en sus ediciones del 2005 y de ahí se vino una cascada de sus ejemplares por más de ocho años.
Entre sus casi dos centenas de tarjetas, hay varias con los colores de México que están entre las favoritas de los coleccionistas mexicanos como la Upper Deck del 2006 del Clásico Mundial de Beisbol o la “Inaugural Images” de la misma compañía.
Cantú es uno de los jugadores mexicanos más complicados de coleccionar, no por la dificultad de sus cartitas sino por la cantidad, además, su nivel de “estrella” le dio el privilegio de aparecer en varios sub-sets, esto sin contar las variaciones y las ediciones especiales.
Como premio, si usted colecciona sus tarjetas, Jorge Cantú seguramente le firmará todas, sólo es cuestión de encontrar el momento adecuado.
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