Ahora convertido en uno de los empresarios y promotores más importantes del beisbol mexicano, Alfredo Harp Helú creció siendo un amante del “Rey de los Deportes”, siendo un fiel fanático de los Diablos Rojos del México desde la infancia, y a quienes seguía cotidianamente asistiendo al Parque del Seguro Social.
El contador público por la UNAM, y en ese entonces socio de Banamex, acudió a Mazatlán en febrero de 1993 para presenciar la Serie del Caribe, ahí entabló una fuerte amistad con el ex lanzador José “Peluche” Peña, quien fungía como scout de los Diablos Rojos.
Fue por medio de Peña que Alfredo Harp más adelante conoció a Roberto Mansur, quien desde 1981 era propietario de la novena escarlata.
«Lo invitamos a la inauguración de la temporada 1993, incluso vio todo el juego conmigo ahí en palco del Parque del Seguro Social», recuerda Roberto Mansur, en entrevista exclusiva para BeisbolPuro.
Mansur y Harp Helú comenzaron a coincidir de manera más continúa, su relación se fortaleció a tal grado que desayunaban cotidianamente. Ahí, Harp Helú mostraba gran amor por el beisbol, y, sobretodo, un gran interés por involucrarse de manera activa.
«Al tratarlo me pareció una excelente persona, y tenía mucho interés de estar en el beisbol. Yo para entonces estaba pensando en retirarme pues me sentía cansado, y por mi salud los doctores me aconsejaban dejar de vivir en la Ciudad de México. La altura no me hacía nada bien», explica Mansur, quien como directivo estuvo 45 años inmerso en el beisbol profesional.
Un día del verano de 1993, durante uno de sus tantos desayunos, Harp Helú le comentó a Mansur que le gustaría tener un equipo de beisbol.
«Le dije ¿y por qué no lo haces?», indica. «Me contestó que no había forma, pues los dos equipos que jugaban en la Ciudad de México tenían dueño, pues Diablos era mío y Tigres era de Carlos Peralta. Aunque el equipo de sus amores era Diablos», añade Mansur.
Fue entonces que Mansur le lanzó a Harp Helú la propuesta de asociarse, con la intención de que más adelante el ex banquero se quedara con el control total del equipo.
¿Don Alfredo Harp Helú lo pensó o de inmediato se mostró interesado?
«Le intersó mucho, es un gran fan del beisbol y una gran persona. Entonces nos asociamos con la opción de que en un futuro se quedara con el equipo, tal como sucedió. Yo ya pensaba en retirarme, ya eran 45 años del beisbol», remata.
Mansur, que en los últimos años pasó a fungir labores de asesor con Diablos, se retiró en 2017 definitivamente de la pelota profesional, y ahora Harp Helú es propietario también de los Guerreros de Oaxaca, socio de los Padres de San Diego de las Grandes Ligas, será el principal inversionista de los Algodoneros de Guasave, tiene una Academia de Beisbol en Oaxaca, edificó el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, y este fin de semana inauguró su obra insignia: el majestuoso Estadio Alfredo Harp Helú en la Ciudad de México.
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